Una vez mas somos testigos de cómo una parte de la sociedad se deja llevar por reivindicaciones fanáticas sin detenerse a razonar, motivados solamente por el miedo a lo diferente, influenciados por prejuicios arcaicos y sin fundamento racional. Me refiero a la Manifestación convocada ayer, miércoles 8 de julio, en relación al terrible asesinato de un joven de 19 años en la localidad de Sitges (Catalunya) el martes 7 de julio. Apenas 24 horas después familiares y amigos de la victima convocaban a una movilización de repulsa.
Esta entrada, obviamente no esta motivada por la manifestación en si, pues es evidente que el dolor de la familia y la gente cercana a la victima es razón suficiente para levantar la voz y exigir a las autoridades garantizar la seguridad ciudadana. Lo que en realidad me ha movido a escribir sobre ello, es que dicha movilización llevaba como bandera insignia el cartel que ilustra este texto en el cual se puede leer: "Por la seguridad ciudadana. Expulsión de delincuentes extranjeros", o que durante la marcha algunos manifestantes dejaran a su paso pintadas con textos tales como: Se preguntan por qué somos racistas. Menuda vergüenza" y "60 años atrás esto no hubiera sucedido"
Resulta incomprensible como un puñado de gente, con clara intención de politizar una tragedia humana, pueda, en pleno siglo XXI y en un país supuestamente de primer mundo y “culto”, manipular de tal manera a sus conciudadanos para que lleven a cabo una autentica cacería de brujas. Es increíble que la gente en España, y más, en Catalunya, siga asegurando que la delincuencia es culpa de los emigrantes.
Durante la mañana del mismo miércoles 8 de julio, la policía autonómica de Catalunya (Mossos d’Esquadra) detuvo a cuatro de los presuntos homicidas, tres de los cuales eran españoles (incluido el presunto autor material del asesinato) y uno era de origen dominicano.
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