La disidencia cubana existe y no es minoritaria, esto es una realidad. Sin embargo, no todas las organizaciones disidentes son consideradas ilegales en Cuba, no todas están financiadas por grupos exiliados en EEUU o en otras partes del mundo, no todas pretenden una “transición” hacia la “democracia” al estilo yanqui. El tema de la disidencia en Cuba es en extremo complicado ya que muchos, muchísimos de aquellos que llamamos “disidentes” son considerados “críticos” dentro del Partido Comunista de Cuba; aun más, muchos cubanos que no militan en el partido (lo cual no es una obligación, otro mito desmontado) son críticos con el régimen pero consideran al socialismo como la vía adecuada para que la sociedad salga adelante.
Es un hecho que muchos grupos que financian, desde Estados Unidos, a otros tantos disidentes, lo hacen con el único fin de que la isla vuelva a ser lo que era… en tiempos de Batista. Tienen o pretenden tener intereses económicos y políticos en Cuba y sacar provecho como buenos capitalistas de una futura contrarrevolución y el gobierno de EEUU los ha apoyado constantemente pues nunca ha ocultado su interés por agregar (o recuperar) otra estrella a su bandera.
Si bien la disidencia es real, si bien no se trata de cuatro revoltosos si no de muchos grupos con intereses bien distintos, esto no quiere decir que la mayoría del pueblo cubano no tenga claro que el gobierno que los preside sea el que quieren, si no ¿Cómo se explica que haya sobrevivido 50 años al embargo impuesto por los EEUU y secundado por sus socios Europeos? ¿Cómo se explica que, a pesar de la caída del Muro de Berlín y la Perestroika, Cuba siga en pie, los cubanos, insisto, no pasen hambre, no padezcan de falta de asistencia médica, y sea un pueblo culto y con acceso gratuito y garantizado a toda la educación?
Como dije en mi entrada anterior, no he ido nunca a Cuba y lo que se, o lo he leído, o lo se de oídas; eso si, siempre he hablado con cubanos que lo han vivido en primera persona, sean o no simpatizantes del régimen. Y es curioso, con frecuencia, los comentarios “positivos” los recibo de “disidentes” y los comentarios “negativos” me los suelen hacer cubanos que no están exiliados, sino que viven en España de manera “legal” para el gobierno cubano; por que (otro mito a desmontar) no esta prohibido salir de la isla y no en todos los casos si sales lo haces en calidad de exiliado sin poder regresar. Cuando llegué a Barcelona me puse a trabajar en el sector del Telemarketing y conocí a alguien que había venido de Cuba por invitación de su pareja. Esta persona no era simpatizante del régimen cubano, todo lo contrario, criticaba duramente la revolución, a pesar de que esa revolución había conseguido que ostentara el titulo Doctoral de Psicología Clínica. Se quejaba de tener que viajar a la isla cada año y tener que pagar la suma de 300 euros anuales para poder conservar su casa. ¡Coño! ¿entonces no es cierto eso que dicen que en Cuba no hay propiedad privada?; pues resulta que ese es otro mito, lo que no se puede hacer respecto a la vivienda en Cuba, es la compra-venta, si un ciudadano cubano quiere cambiar de vivienda la puede permutar, para lo cual existen mecanismos bien definidos y gestionados por la administración del Estado. En cuanto al “injusto” impuesto que los cubanos residentes en el extranjero deben pagar para conservar su casa (aun cuando no la habitan), ¿a caso en los países “democráticos” europeos y americanos no pagamos un impuesto anual a la vivienda?, por ejemplo, en España se paga el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) y en México se paga el Impuesto Predial.
Conozco algunos cubanos que si que están en calidad de exiliados y que no pueden regresar a su país; uno de ellos, comunista y exmilitante del PCC, que tuvo que salir de Cuba por ser critico con el Partido (no todo es miel sobre hojuelas, también hay que decirlo), me comento en una ocasión: “…de Cuba te van a contar un montón de cosas, que si se pasa hambre, que si Fidel es un tirano… …puras mentiras, el único problema que tiene Cuba, es que no puedes decir lo que piensas, siempre tienes que mirar por encima del hombro para ver si no tienes algún vecino rebotado que te vaya a denunciar…”
La libertad de expresión.
Como he mencionado, Cuba ha comenzado la liberación de los llamados “presos de conciencia”, en su mayoría periodistas que, en principio, se han atrevido a criticar al régimen y han sido arrestados y condenados a penas que podían alcanzar hasta 25 años de prisión por delitos como traición a la patria, espionaje y terrorismo (las penas que un individuo podría alcanzar por esos mismos delitos en los EEUU son de cadena perpetua o de muerte). Pero hay que intentar ser objetivos y aceptar que a nuestros ojos, y dependiendo de en que país viva uno, dichas leyes nos podrían parecer injustas, intransigentes y totalitarias, pero ¿a caso no es su constitución quien las dicta? ¿acaso esa constitución no fue aprobada en su momento la Asamblea Nacional del Poder Popular, que es el equivalente al parlamento y es, a su vez, el máximo órgano de poder del Estado? En contra de lo que la mayoría de la gente piensa, quien manda en Cuba no es el Presidente ni el Primer Ministro, es la ANPP que esta compuesta por 609 diputados elegidos democráticamente (aunque le resulte chocante al lector) a través de la Comisión Nacional de Candidaturas… (Continuará)
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