martes, 14 de julio de 2009

Millennium 1, excelente ejemplo del cine sueco.

Hace ya un par de semanas fui a ver “Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres” (Män som hatar kvinnor), de Niels Arden Oplev; pero es hasta hoy que escribo sobre ello por lo que mi memoria podría traicionarme (o no).

He de confesar que no he leído la novela del sueco Stieg Larsson, pero igualmente, no soy partidario de comparar las adaptaciones cinematográficas con los libros que las inspiraron, ya que son obras distintas, con lenguaje y narrativa propios.

Me parece una película estupenda, un excelente ejemplo de cine sueco; con una narrativa sencilla y correcta que usa perfectamente el lenguaje cinematográfico para transportarnos a una atmósfera fría que retrata fielmente el interior de los personajes. Es una gran reflexión sobre las sociedades de la Europa nórdica, donde, a pesar de su modernidad y su “primer-mundismo”, aún se arrastran lastres terribles como el racismo y la misoginia.

No sobran los diálogos, que no son muchos (es de agradecer), la narración se consigue a través de los elementos visuales, el montaje y la puesta en escena que sorprende con interpretaciones magistralmente logradas por actores que por momentos dan la sensación de ser protagonistas de un documental.

Hay secuencias muy violentas pero no sobran, consiguen crear en el espectador esa sensación de impotencia y repulsión, necesaria para empatizar con el personaje principal, y sobre todo para entender sus antecedentes, los cuales resultan fundamentales en la narración de la historia.

La historia se desarrolla, casi en su totalidad, en un pequeño poblado rural de suecia, donde los paisajes y la cotidianidad de sus habitantes contrastan radicalmente con la el moderno Estocolmo, y es inevitable que a la mente nos vengan referencias del Sur de Estados Unidos y sus “Red Necks”.

La banda sonora es estupenda, sirve de soporte a la historia ayudando a crear la atmósfera adecuada, siendo inevitable que nos lleguen a la mente referencias de clásicos del género.

Bien, pues en resumen, es una obra cinematográfica altamente recomendable, que no deja indiferente al espectador, sobre todo si es amante de los Thrillers.

1 comentario:

Carles Català dijo...

Creo que el autor de este blog debería analizar muy seriamente porqué no hay comentarios por mucho que se rompa los cuernos haciendo entradas a diario...yo contrataría una consultora externa, tal vez haga falta poner propaganda de pelis porno o un link de poker por internet, no sé, ¡lo que hace la gente seria!

Dicho esto, buena ocasión para comentar el éxito del pobre sueco que no ha tenido tiempo a hacerse millonario en vida. Te metes en el metro y en el tren y TODO EL MUNDO está con alguno de los libros de la trilogía. Vaya negocio. Hasta un ex secretario general de CCOO comenta en su blog que la historia le ha atrapado (se le perdona, poca novela habrá leído ese hombre en los últimos 20 años y cualquier cosa le debe parecer una obra maestra).
Mira, solo puedo decir lo siguiente: espero que la película sea tan buena como dices porque la novela es una de las más mediocres de género negro que he leído en mi vida. Un historia que ya se ha contado muchas veces, una chica que desapareció hace muchos años y la teórica imposibilidad de no tener ni la más mínima pista, las pistas que "de repente" empiezan a aparecer como por arte de magia, personajes secundarios mal perfilados, tal es así que te da igual quien es el malo de la función: como no sabes quien es quien aparte del protagonista y la "hacker", cuando aparece el malo te preguntas ¿y este señor de dónde sale?
Y lo que es peor y a eso han contribuído los medios, es decir, los que hacen la crítica sin haber leído el libro: esa pátina bochornosa de "alegato contra la violencia de género". Violencia de género en un novela que habla de un asesino en serie que mata mujeres...claro, me imagino que ¡si las mata es porque el tipo tiene serios problemas mentales! Elemental, querido Watson. La verdad es que es una pena habiendo la cantidad de literatura buena, que la hay, que sí son alegatos contra la violencia de género.
Si alguien queire leer una buena novelista mujer, que las hay, que vaya a las novelas de Virginia Woolf, una buena escritora en un mundo de hombres. Leeros "Orlando", esos sí que es un alegato. Chapeau para ella.
Yo, como siempre, me pongo a contracorriente: seguiré subiendo al metro y al tren rodeado de zombies que leen ávidamente la maravillosa trilogía como si nunca hubieran podido leer otra cosa (probablemente esa sea la causa, nunca lees y te acabas comprando lo que sale por la tele).
Termino: me tengo que ir, he quedado con un médico a ver si me hace un certificado para demostrar que soy biológicamente hijo de Stieg Larsson, ¡¡¡a ver si así pillo algooooo!!!