lunes, 12 de julio de 2010

Cuba ¿dictadura o democracia? I


Llevo toda mi vida escuchando que en Cuba gobierna un dictador llamado Fidel. Llevo toda mi vida escuchando que los cubanos, pobrecitos, pasan hambre, son un pueblo ignorante y sometido por aquellos demonios barbudos que, al servicio de los malosos soviéticos, invadieron la isla y convirtieron el paraíso yanqui en el peor de los infiernos dantescos que se pueda uno imaginar. Llevo toda mi vida escuchando que en cuba las mujeres, como no tienen que comer, se prostituyen por un par de medias. En fin, llevo toda mi vida escuchando sandeces de este tipo.

La realidad es que esas abyectas aseveraciones suelen salir de la boca de gente que nunca ha pisado la isla o en el mejor de los casos de algunos que si que han ido y ven la Habana o Varadero (por que de ahí no pasan) comparándolas con ciudades europeas, estadounidenses o del resto de América. Te espetan argumentos como “las casas se están cayendo”, “las fachadas de los edificios no se han pintado desde 1959”, “el malecón esta hecho una pena”. Y seguro que es así, pero nadie hace un ejercicio mental para dilucidar el porque de la situación de Cuba, y se contentan con soluciones simplistas que, siempre, hacen referencia a una supuesta dictadura oligárquica donde el poder político-militar es el único que vive bien.

Siempre he sido bastante cauteloso al emitir mi opinión sobre Cuba, primero porque nunca he pisado la isla y segundo porque mis referencias sobre los sistemas “democráticos” dejan mucho que desear (México, EEUU, España…). Algo de la historia de Cuba si que la conozco por que tengo esa fea y obsoleta costumbre de leer.

Son hechos más que probados que: Cuba, desde el golpe de Estado de Fulgencio Batista (1952) hasta el triunfo de la Revolución (1959), era el prostíbulo y parque de “atracciones” (legales e ilegales) de los Estados Unidos de América. En el periodo de la dictadura de Batista, el pueblo cubano si que pasaba hambre y no tenía acceso a la educación ni a la cultura. La sanidad pública antes de la Revolución era prácticamente nula, traduciéndose esto en un índice de mortandad muy alto. El gobierno de Fulgencio Batista, apoyado en su totalidad por los Estados Unidos de América, si era una dictadura, nacida de un golpe de Estado (el segundo) perpetrado por el Ejercito.

También son hechos objetivos, es decir, no sujetos a interpretación alguna, que: El sistema de salud pública cubano es considerado, por organismos internacionales como la ONU, uno de los mejores del mundo y llega a toda la población ya que todos los habitantes de cuba tienen derecho a recibir asistencia médica y hospitalaria; esto se traduce en que, al día de hoy, Cuba tiene una de las tasas de mortalidad infantil mas baja del mundo, del 5,3%. Cuba es el único país de América (EEUU incluido) en que el analfabetismo es del 0%, la educación en su totalidad (desde la educación elemental hasta el Doctorado) es gratuita y posee la que, hasta el día de hoy, se considera la mejor universidad el mundo, la de La Habana.

Se puede decir, sin temor a equivocarse, que la Revolución Cubana ha triunfado en muchos aspectos, desmontando, así, muchos mitos y prejuicios creados a partir de una gran campaña de desinformación maquinada, en un principio, por el Gobierno de los EEUU y alimentada posteriormente por la inercia de los propios rumores y prejuicios.

La disidencia
Hoy, Cuba, esta en boca de todo el mundo por el alcance mediático que ha logrado la disidencia debido a las huelgas de hambre de Orlando Zapata y Guillermo Fariñas, disidentes encarcelados, el primero por delitos comunes y el segundo por delitos políticos. La realidad es simple y cruda: Zapata abrazo la disidencia una vez en la cárcel y Fariñas entro en la cárcel debido a su disidencia; no me considero lo suficientemente informado como para emitir un juicio objetivo sobre Orlando Zapata ni creo necesario ni decente hablar de alguien que, indudablemente, falleció por sus convicciones, mas allá de cuando comenzó su militancia; si hago referencia a este hecho es para que el lector haga una reflexión sobre la situación legal-penitenciaria de uno y otro preso, y la diametral diferencia en un resultado y otro de las mencionadas huelgas.

Hoy, Guillermo Fariñas, ha dejado la huelga, y la ha dejado, no por su terrible estado de salud, sino por que su objetivo fue alcanzado: de los 75 presos políticos condenados en 2003, el gobierno cubano ha accedido a liberar 52, más del doble de las exigencias de Fariñas (25). Es verdad, también, que en estas excarcelaciones no solo se ha contado con la presión de la disidencia, han tenido mucho que ver las intermediaciones que han hecho el canciller español Miguel Ángel Moratinos y el cardenal cubano Jaime Ortega.

Pero, si en Cuba las cosas no son lo que parecen, si en Cuba la gente ni pasa hambre, ni tiene vedado el acceso a la educación y la cultura, ni tiene falta de asistencia sanitaria de calidad, entonces ¿por qué hay disidencia?

La disidencia existe, en Cuba y en prácticamente todo los países del mundo, sea cual sea el régimen político que tengan, porque no todo la población tiene por que estar de acuerdo con la política de un país, con el gobierno de un Estado; la cuestión es saber si la mayor parte de esa población si esta de acuerdo con el régimen que los gobierna, ese es el fundamento de la democracia, que gobierne lo que la mayoría del pueblo quiera. Y a partir de aquí nos surge otra pregunta ¿la mayoría del pueblo cubano quiere el régimen socialista de Fidel y Raúl Castro?... (continuara)

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