martes, 23 de octubre de 2012
Vamos de culo
miércoles, 28 de marzo de 2012
Ladran, ergo cabalgamos

Hace ya unos días que las redes sociales, las televisiones, los diarios, las emisoras de radio, en fin, todos los medios de comunicación se hacen eco de la Huelga General convocada en toda España para mañana, 29 de marzo. Hace también días, que en algunos de esos medios, con líneas editoriales abiertamente de derechas (y algunos no tan abiertamente), además de criticar duramente la convocatoria y vaticinar sin fundamento alguno un rotundo fracaso, sirven de portavoces para las organizaciones empresariales (CEOE, CEPYME, Foment, etc.) en lo que parece una campaña de desinformación, una burda y patética estrategia para generar miedo y desconcierto en los trabajadores que están considerando secundar la huelga. Dicha campaña consiste en repetir hasta la saciedad las consecuencias de hacer huelga mañana: Descuento salarial de un día (cotizaciones y retenciones incluidas), descuento de la parte proporcional de las pagas extras (si las hubiera) y alta especial en la Tesorería de la Seguridad Social de un día (es decir suspensión temporal de 24 horas del contrato). Solo eso supone hacer huelga mañana. Pero dichos medios se regordean exaltando lo “terrible que se verá en la vida laboral” y memeces similares.
Por su parte, las empresas están emitiendo a sus trabajadores, comunicados cuidadosamente redactados para no incurrir en inexactitudes, donde explican detalladamente las consecuencias a nivel salarial y de cotización antes expuestas. Tan solo hoy, yo he recibido de fuentes totalmente dispares (trabajadores de diferentes sectores) sendas cartas empresariales donde se exaltan de manera exagerada estas consecuencias, incluyendo la comunicación que el empresario esta “obligado” a hacer a la Seguridad Social de los trabajadores que se acojan a su derecho a huelga, para incluir dicha situación en su vida laboral. En estas comunicaciones y con un, aparente afán explicativo, se definen términos como “huelguista” y “No huelguista”.
Este tipo de comunicación que la mayoría del empresariado español está haciendo llegar a sus trabajadores persigue un fin único, evitar el despliegue masivo de trabajadores a favor de la huelga. Estos comunicados, firmados y maquetados, generalmente, por asesorías jurídicas de grupos empresariales, surgen a partir de un comunicado firmado por las principales patronales del país, CEOE y CEPYME, donde ponen a parir a los sindicatos, a la huelga, a los partidos de izquierda y a las organizaciones sociales que secundan la huelga. Definen la movilización como “huelga política” termino ridículo e inexistente porque una huelga es eso una huelga y punto. Esta huelga es en contra de una reforma laboral elaborada por la patronal y aprobada por el gobierno de manera unilateral y abusiva, así de simple, no hay más.
Por su parte, el gobierno, a través de sus portavoces, no para de advertir la “mala imagen que esto va a crear a España”, el supuesto “daño que se le va a hacer a la nación”, etc.
La realidad es que todos estamos cansados de gobiernos serviles que siguen los designios de una Europa neoconservadora dirigida por los mercados financieros, estamos hartos de incompetentes populistas que solo desean perpetuarse en el poder y no gobiernan para el pueblo que los ha elegido si no en contra de él. Mañana de ti depende que la huelga sea un éxito, mañana de ti depende que el gobierno recule y derogue una reforma injusta. Mañana, si ves un piquete, no te apartes, únete a él (no mordemos, no somos criminales, somos trabajadores como tú, que “estamos hasta los huevos”), mañana ve a las manifestaciones convocadas en todo el país. Ve a cualquiera de las que se van a llevar a cabo, convocadas por los distintos sindicatos y organizaciones sociales. Si no eres afín a los postulados de unos, seguro que te identificas con otros, ve y únete a alguna manifestación. Mañana es tiempo de aparcar las diferencias que podemos tener las izquierdas todas, mañana tenemos que estar unidos en un solo objetivo: Acabar con la reforma laboral y recuperar nuestros derechos fundamentales.
No nos debe asustar las sutiles amenazas de las patronales, el gobierno y las derechas en general, parafraseando al Quijote de Orson Wells (que no de Cervantes): “Ladran Sancho, señal que cabalgamos”.
martes, 20 de marzo de 2012
¿Por qué hacer huelga el 29 de marzo?

En España (para los que me leen del otro lado del océano y no se han enterado aún) se ha convocado una huelga general para el 29 de marzo; se ha convocado como consecuencia del Real Decreto de Ley 3/2012 que el Gobierno, de manera unilateral y sin contar con los agentes sociales, ha decretado. Este Real Decreto conocido como “Reforma Laboral”, se ha llevado a cabo bajo el pretexto de crear empleo fomentando la contratación, al menos este era el argumento del Gobierno antes de decretarla. Una vez aprobada por el gabinete y refrendada por el Congreso de los Diputados (donde el Partido Popular tiene mayoría absoluta), el Gobierno mismo ha comenzado a desdecirse afirmando cosas como “Bueno, la reforma no creara empleo por si misma…”
Los sindicatos, los partidos de izquierda y las organizaciones sociales llevan diciendo que esta Reforma, tal y como está elaborada, no servirá para crear empleo, más aún, destruirá el que queda: en el mes que lleva vigente ha destruido más de 100.000 puestos de trabajo. Esto es verdad, y no hace falta ser economista para saberlo, solo hay que tomarse el tiempo de leer los 67 folios que la componen.
Hablando en plata, la “Reforma Laboral” es un ataque directo, indiscriminado y mortal a los derechos de los ciudadanos porque:
Antes: Para que la empresa pudiera hacer un despido colectivo tenía que solicitarlo a la autoridad laboral, comprobar que era necesario ya que experimentaba perdidas en relación al ejercicio fiscal pasado, plantear un plan de viabilidad y, lo más importante, negociarlo con la Representación Legal de los Trabajadores (Comités de Empresa y Delegados). Si no se llegaba a acuerdo o la autoridad laboral no lo aprobaba, había que buscar otra solución.
Ahora: La empresa no necesita experimentar perdidas, tan solo con bajar su facturación durante nueve meses (ni si quiera hay que esperar a que termine el ejercicio fiscal), es decir con que gane menos, o peor aún, con que prevea que ganara menos en un futuro (si, si, aunque suene absurdo), es suficiente para que lleve a cabo un despido colectivo, sin que necesite aprobación alguna de ninguna autoridad, sin que necesite negociar con nadie, sin que necesite plan de viabilidad; en resumen, puede hacer el despido colectivo cuando le venga en gana. Esto ya se está aplicando en miles de empresas y solo ha pasado poco más de un mes.
Antes: Para despedir a un trabajador por causas económicas u organizativas, era necesario que la empresa demostrara a la Representación Legal de los Trabajadores con pruebas (informes económicos, contratos mercantiles, etc.) que esas causas existían.
Ahora: Con que el empresario aplique el despido preventivo, es decir, ese del punto anterior en que supone que va a ganar menos, o bien, que, como en el caso también del despido colectivo, experimente ganancias menores en los últimos 9 meses, son razones suficientes para despedir al trabajador con 20 días por año trabajado (con un tope máximo de 12 meses).
Antes: El contrato indefinido tenía un periodo de prueba que, dependiendo de la categoría profesional, podría oscilar entre 15 días y dos meses. Si no se supera el período de prueba no hay indemnización alguna.
Ahora: El contrato indefinido, en empresas de menos de 50 trabajadores (este tipo de empresas forman el 90% del tejido empresarial español) tiene un periodo de prueba, en todos los casos, ¡de un año!, (si, has leído bien), un año durante el cual se está expuesto a ser despedido sin ningún tipo de indemnización.
Antes: El absentismo solo era un factor a tomar en cuenta para despidos colectivos, y por consiguiente, el cómputo solo se tomaba en cuenta de forma colectiva.
Ahora: El absentismo es individual y se convierte en un motivo para el despido procedente, convirtiendo las IT (incapacidades temporales), es decir las bajas por enfermedad común, en motivos de despido; 12 bajas médicas en 2 meses y a la calle.
Antes: El Convenio Colectivo Sectorial determinaba, tablas salariales, horarios y jornadas, clasificación profesional, etc., y los convenios de empresa solo podían existir si mejoraban las condiciones del convenio sectorial o autonómico.
Ahora: El acuerdo firmado entre la empresa y la representación que hubiere tiene prioridad sobre cualquier Convenio Colectivo, (deslegitimando de esta manera a los agentes sociales), y lo más grave, pudiendo descolgarse del Convenio en materia salarial, horarios, distribución de la jornada, etc. En resumen, la empresa puede no hacer caso al convenio, pagarte menos, cambiarte el horario, la jornada, vacaciones, etc.
Bueno, estos son solo unos pocos de los aspectos que toca de forma lacerante y oportunista la dichosa Reforma Laboral, pero son muchos, muchos más, los cambios a peor que se han hecho al Estatuto de los Trabajadores. Estos cambios ya se están aplicando en miles de empresas, se sigue destruyendo empleo y no se ven visos de que las cosas cambien a mejor, al contrario.
Hay cinco millones de desempleados en este país, de los cuales, más de un millón y medio no reciben ningún tipo de prestación. El gobierno ha mentido sistemáticamente asegurando que no subiría impuestos a la renta y los ha subido, diciendo que “su” reforma generaría empleo y lo está destruyendo, diciendo que no tocaría los derechos sociales ni los servicios públicos y ha recortado sanidad y educación (pilares del estado de bienestar).
En este país se dice que hay libertad de expresión, pero, para los mandos policiales, los estudiantes que se manifiestan son “el enemigo”; en este país se dice que hay democracia, pero la patronal exige al gobierno que revise el derecho a huelga, y la derecha mediática y casposa se frota las manos.
…y aún dudas si harás huelga el 29M?
jueves, 9 de febrero de 2012
La justicia española es una ramera barata

¡Me da vergüenza!, es lamentable el espectáculo internacional que están dando los magistrados del Tribunal Supremo español: "El Supremo inhabilita once años a Garzón por el caso de las escuchas", con titulares como éste despertaron esta mañana la mayoría de diarios de tiraje nacional (y algunos internacionales).
Lo miremos por donde lo miremos, ideologías aparte, esto es un duro golpe a la democracia, a la libertad, a la credibilidad de la justicia española, en definitiva, a la tan mentada “marca España” que tanto pretenden vender en el extranjero desde la administración del nuevo ejecutivo. Flaco favor se le hace a su proyecto diplomático (que pretende atraer inversores al país): ¿Quién va a confiar en un país cuya justicia está en manos de magistrados retrogradas, hijos ideológicos del franquismo?
Y esta sentencia es solo por las escuchas que el, ahora, ex juez de la Audiencia Nacional ordenó durante el caso de corrupción urbanística conocido como “la Gurtel” (donde estaban implicados altos miembros del gobierno Valenciano, incluido el expresident Francisco Camps del Partido Popular); falta ver lo que el Alto Tribunal decide sobre la investigación de los “crímenes del franquismo”; dichos crímenes consistían en desapariciones sistemáticas de personas non gratas al régimen dictatorial de Francisco Franco llevadas a cabo desde la finalización de la guerra civil en 1939 hasta la muerte del tirano en 1975, ¡143,353 personas asesinadas y enterradas en las cunetas!. ¿Y cómo es que conocemos esa cifra? Pues gracias al sumario abierto por Baltasar Garzón, sumario que seguía la línea de juicios tan sonados y aplaudidos por el mundo entero como el del ex dictador chileno Augusto Pinochet o el de los miembros de la Junta Militar durante la dictadura argentina. ¿Dónde están ahora las voces de repudio de la comunidad internacional? ¿Qué tienen que decir Merkel, Zarkozy u Obama? ¿Por qué no se pronuncian? ¿Y los gobiernos de América Latina?... Me parece que son todos unos hipócritas… Asco es lo que debería de generar en el mundo esta noticia, una resolución nauseabunda propia de abyectos pseudo-juristas de pacotilla…
Y las cosas se van a poner peor, no solo para Baltasar Garzón, si no que, visto lo visto, para todo aquel juez que, valientemente, se atreva a investigar a los poderes establecidos, para muestra basta un botón: “Urdangarin.- IU tacha de "indignante" que el CGPJ investigue al juez y advierte de "otro caso Garzón"
¿Qué, estamos locos o qué? Se inhabilita 11 años a un juez (y lo que falta) a instancias de dos organizaciones ultra-derechistas (Manos Limpias y Libertad e Identidad) y se comienza a investigar a otro juez por abrir juicio al yerno del Rey por desvío de fondos públicos y privados por miles de millones de euros…
¡Ufff, y soy yo el que vengo de una “república bananera”! ¡Pues no sé si es peor ésta ridícula monarquía de pandereta!
(Imagen: Instalación realizada por Banksy, de manera clandestina, dentro de un parque londinense en 2004)
jueves, 6 de octubre de 2011
Vivir con miedo.

La Ciudad de México es un lugar que amas y odias al mismo tiempo; es bellísima, cosmopolita, moderna, clásica, artística, divertida, grande… Pero también es peligrosa, estresante, contaminada, a veces indiferente y cruel.
Últimamente mi país esta viviendo la peor oleada de violencia de su historia, es considerado el país mas peligroso del continente americano y el segundo mas peligroso del mundo después de Afganistán. Para vivir en México, hay que aprender a vivir con miedo.
Pero hay otros miedos que también nos acompañan en sociedades bien distintas, sociedades donde no miras por encima del hombro cuando caminas por la calle, donde no procuras compañía e iluminación al regresar a tu casa después de una cena o unas copas aunque sean las 3 de la madrugada, por que sabes lo improbable que resulta ser victima de un atraco. En estas sociedades tampoco corres un riesgo significativo de sufrir un secuestro, una violación, una ejecución o de encontrarte en medio de un ajuste de cuentas y ser alcanzado por una bala que no iba dirigida a ti. Es verdad que se cometen delitos, como en todas las sociedades, pero son tan escasos en comparación que suenan escandalosamente en los medios de comunicación quienes se nutren de ellos como aves carroñeras.
En estas sociedades “avanzadas”, que comparten moneda y que no tienen limites fronterizos entre ellas, los miedos que causan nuestras ansiedades son otros, mas sutiles, mas etéreos, pero no por ello menos dañinos: Miedo a perder el trabajo y con ello la casa al no poder pagar una hipoteca que quintuplica su valor real, miedo al “jefe”, miedo a ejercer nuestros derechos constitucionales para no cabrear al jefe y perder con ello nuestro trabajo y la casa (otra vez), miedo a pagar impuestos y miedo a no pagarlos, miedo a la sanidad pública y miedo a que nos la quiten, miedo a la educación laica y publica y miedo a que los curas eduquen a nuestros hijos y además les paguemos por ello, miedo a los políticos y miedo a quedarnos sin ellos.
¿Y si dejamos de tener miedo? ¿Y si hacemos bien nuestro trabajo y exigimos al “jefe” que haga bien el suyo? ¿Y si hacemos valer nuestros derechos constitucionales y nos organizamos colectivamente? ¿Y si exigimos que las leyes que la mayoría consideramos injustas sean cambiadas?, insisto ¿y si dejamos de tener miedo?
lunes, 3 de octubre de 2011
Votar o no votar, ese es el dilema.

Desde mi punto de vista esta campaña es un grave error ya que solo le facilita las cosas a los partidos mayoritarios para perpetrarlos en el poder y no resuelve la grave situación antidemocrática que se vive en España. Puedo entender los motivos ideológicos que respaldan esta iniciativa, pero como siempre, desde hace más de 30 años, se quedaran en eso, motivos ideológicos y no cambiaran nada.
El sistema, tal y cual esta solo se puede cambiar por dos vías: O desde las barricadas a través de las armas o desde las urnas, desde dentro del sistema mismo. Y nuestra historia y los hechos nos demuestran que las armas no las vamos a coger por muy idealistas y anarquistas que nos creamos.
El sistema electoral es, como dije al principio, injusto y esta amañado para que tanto el PSOE como el PP se mantengan, con cierta alternancia, en el poder, dentro de un sistema de gobierno bipartidista en la práctica, aunque constitucionalmente sea parlamentario. Pero por muy defectuoso y pervertido que sea el sistema electoral se puede cambiar, ¿cómo?, votando.
Si me abstengo, si voto en blanco o si hago nulo mi voto, solo estoy subiendo el porcentaje por diputado elegido, es decir, estoy encareciendo el escaño y de esta manera facilitando que los partidos mayoritarios accedan a ese escaño en perjuicio de los minoritarios.
Tan terrible es la “abstención activa” como el “voto útil”, votar masivamente al PSOE o al PP para que el otro no salga elegido es, con perdón, una jilipollez. Nuestro sistema político, a pesar de todo, sigue siendo parlamentario, no votamos para elegir presidente, votamos para elegir a nuestros representantes en el parlamento y ellos a su vez eligen, votando, al presidente de gobierno, quien, si su partido tiene mayoría absoluta en dicho parlamento, suele ser el cabeza de lista. Pero ¿Qué pasa si los votantes de izquierda que suelen votar al PSOE votaran a Izquierda Unida, o a otro partido de izquierda (que haberlos “hailos”)?; ¿y si otro tanto hiciesen los votantes de derechas con el PP?
Ese es voto que hay que provover, ese es el verdadero voto útil; convertir a los minoritarios en mayoritarios, que son los que realmente nos podrían representar, y si no lo hicieran, podriamos al menos decir que lo hemos intentado.
jueves, 14 de julio de 2011
Felip Puig... indignante.
